miércoles, 19 de septiembre de 2012

Contra la crisis, zanahorias

Nada me da más placer que ver a gente inteligente torearse a gente estúpida pero con poder.
Eso es lo que ha pasado en un pequeño pueblo de Girona, pues el teatro de Bescanó ha decidido dejar de vender entradas de teatro para pasarse a las zanahorias. Y no porque la hambruna haya superado ya el afán cultural, todavía no. Se trata en realidad de regalar una entrada de teatro con cada zanahoria y poder así ahorrarse el mortífero nuevo IVA del 21%, pagando el módico IVA de las zanahorias, que ahora mismo está al 4%. ¿No es fantástico? Con esta medida, no sólo han evitado la subida del impuesto, sino que lo han bajado. Bravo.


Esta noticia tiene que correr, porque si todos los cines y teatros de España hacen lo mismo habremos respondido elegantemente al intento de Rajoy de acabar con la cultura, y a su vez, con el pensamiento. Y habremos convertido a nuestra querida flota de teatros y cines en un rico y saludable mercado de zanahorias. Mucho cuidado, señor Rajoy, porque si todos comemos muchas zanahorias mejoraremos mucho nuestra visión.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Para quién quiera leerlo

Me ha parecido que los 28 eran una buena edad para empezar a cumplir lo que una se propone. Llevo cinco días sin fumar y he abierto un blog. Buen comienzo.

La razón por la que no he dejado de fumar hasta ahora es, principalmente, porque no he podido.

La razón por la que no he abierto un blog hasta ahora es porque me da terror lo que la otra gente pueda pensar de lo que escribo. Parecería raro en una guionista pero así es. Lo he intentado varias veces, pero nunca escribo nada suficientemente bueno para ser publicado. Me da una agorafobia terrible pensar que unas palabritas juntadas por mí están circulando por la red sin mi control.

Pero oye, si se cumplen mis presagios y nunca escribo nada bueno, aprenderé a vivir con ello, pero para comprobarlo primero tendré que escribir. Y no borrar. Y soltar una entrada mediocre como esta para que pueda haber una segunda mejor.

El subtítulo de "Historias de una guionista sin guión" hace referencia a mi forma de ver el mundo, donde siempre estoy esperando que alguien me diga cuál es la forma correcta de hacer las cosas, como si sólo hubiera una. ¿Cómo se empieza un blog? Pues no lo sé, así quizás.

Y el título del blog hace referencia a la magnífica y diminuta calle en la que vivo, con un tigre. De ahí el nombre.

Espero reunir la suficiente lucidez para que alguien se tome la molestia de leer lo que escribo algún día. Pero no es ese mi objetivo. Yo quiero practicar, perder el miedo, ir avanzando hacia las diez mil horas. Y también quiero denunciar, sorprender, contar algo nuevo. ¿Podré? Sí, si el tigre lo permite.

Empezamos.